Petenera es una de esas palabras con la que deberíamos, por lo menos, estar familiarizados. Es una palabra mágica. De ella no puede establecerse un significado exacto, pero existe. La única certeza respecto a la palabra petenera, es que se encuentra inevitablemente ligada a lo musical, su pronunciación es en si misma una poesía: Petenera petenera.
Deberíamos estar familiarizados con ella porque es, con todo y el misterio que envuelve a su origen, un concepto fundamental en el glosario de la tradición musical de nuestra región. Junto al Fandanguito y a la Malagueña, es uno de esos huapangos cuya armonía incluye algunos acordes menores, lo que le brinda un aire nostálgico, elegante. La petenera es uno de los sones huastecos más fáciles de identificar, sin duda, uno de los más bellos, y además evidencia irrefutable de la genealogía andaluza, gitana, de la música huasteca.
Desde España, donde los cantes flamencos son objeto de muchos y muy serios estudios antropológicos, llegan a nosotros diversas teorías sobre el origen de su Petenera, la petenera que vía marítima llegó a nuestro Golfo de México para transformarse en otra, tan distinta que sólo el nombre podemos reconocer.
Se dice por ejemplo, en la investigación musical de España, que el cante de la petenera tiene un origen sefardí, judío. Para decir ello se basan en esta copla, una de las más populares de la Petenera flamenca: ¿Dónde vas bella judía?/ tan descompuesta y a estas horas/ voy en busca de rebeco/ que está en la sinagoga
Otra de las teorías (ésta con menor aceptación) es la que encuentra en este cante, un origen antillano, cubano para ser preciso; por un verso que también hace referencia a la Habana; algunos otros haciendo uso de la disciplina etimológica, explican que se trata de una mujer del Petén, una región ubicada entre Yucatán y Guatemala.
Sin embargo, la versión más aceptada es la que habla de una cantaora muy popular en el siglo XIX nacida en Paterna de la Rivera, en Cadiz; era pues paternera, patenera, petenera finalmente.
Lo cierto es que en nuestra Huasteca, la Petenera es cantada por los trovadores sin importar demasiado el significado exacto y el origen de la palabra. La petenera huasteca, es un son íntimamente relacionado con el mar. Juan Jesús Aguilar en su “Trovadores Huastecos tamaulipecos” explica los cantos de la petenera como “pescadores y marineros por excelencia, alusivos a desvíos de la ruta geográfica… es un canto matriz muy de la costa donde siempre aparecen sirenas encantadas y encantadoras”.
Cierto es. La aparición de una mitológica sirena resulta fascinante. En relación a este hecho, podemos comentar sobre la existencia de un relato nahua de la Huasteca, donde una inmensa sirena, junto con un xili* se postran en lo más alto de un cerro y con sus movimientos provocan terribles inundaciones. Sin atrevernos a establecer una relación entre este personaje y el de la petenera, si podemos apreciar que la figura de la sirena está presente invariablemente en la mitología de la región huasteca.
No hay una sola versión de la Petenera que no mencione a esa sirena que a los marineros encanta para robarles el alma. En algunos versos, la petenera es propiamente una forma de nombrar a la sirena, para otros versadores, la petenera es el son que cuenta la historia de la sirena.Destapar aunque sea un poco el baúl que contiene las mil historias que se refieren a la Petenera, es asomarnos a un mundo en el que las maravillas y los encantos de las sirenas nadan sobre las olas de un fantástico mar.
No será esta la primera vez que lo invite a acercarse a la música huasteca, por principio de cuentas, pero también a toda la música original de nuestros pueblos latinoamericanos; así por ejemplo, la próxima vez que por alguna circunstancia usted se encuentre frente a un grupo de son huasteco, y tiene la posibilidad de hacer alguna petición, por el amor de Dios no pida una canción ranchera o norteña, pida una Petenera, le garantizo que el trío la tocará con gusto, y usted quedará prendado de por vida a la magia de este son marinero.
*xili: acamaya de río
Autor del artículo: Miguel Domínguez.
Publicado en TAMPICO CULTURAL. Portal de Arte y Cultura General
1 comentario:
Maravilloso texto :D
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